La manteca de karité es un perfecto aliado si lo que buscamos es conseguir una piel más hidratada, elástica, cuidada y protegida.
Gracias, entre otras cosas, a la elevada concentración de vitamina F que contiene, el karité actúa como regenerador y restructurador celular, dando un tono saludable a la piel en general, y actuando más específicamente en estrías, a las que mantiene a raya y consigue mitigar.
Utilizado diariamente como jabón de ducha lograremos una protección diaria para nuestra piel, que además de estar nutrida e hidratada, aumentará su capacidad de protección natural frente a la exposición solar (ojo!! SIEMPRE debemos de usar protección solar) y estará mejor preparada para poder conseguir un bronceado duradero.
Otros aceites presentes en este jabón son: ac. de oliva, ac. de palma, ac. de coco, ac. de maíz y cera de abeja.
Sus notas de cítricos, con presencia de aceites esenciales de naranja, pomelo, limón y bergamota, le dan un aroma fresco y hacen de él un jabón de ducha revitalizante y alegre, de los que ayudan a empezar con buen pie el día.
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