Cuando los papás de las mellizas me pidieron hacer los detallitos de jabón para su bautizo, quedaban justo 4 semanas para la celebración. Con tiempo tan justo, era difícil que, entre la elaboración de las barras, secado y personalizado de las mismas, llegáramos a tiempo, por lo que decidimos que la mejor opción era elegir un surtido de jabones de los que ya estaban listos para su uso, y hacerles un packaging a la altura de la ocasión.
En un principio me pareció difícil decidir cómo customizarlos sólo con el envoltorio, ya que de primeras creía más fácil haber podido personalizarlos en las fases de elaboración, con colores, sellos,... pero resulta curioso como la inspiración viene en un segundo cuando los destinatarios muestran abiertamente su personalidad.
Y es que al ver el rollo de papel regalo en la tienda, se me despejaron todas las dudas: alegre, divertido,... y lleno de vida, lo que mejor define a estas pequeñas y a sus papás. Así que a partir de ahí, solo quedó disfrutar eligiendo el color de las etiquetas y la rafia, que dio a los jabones el acabado chic que buscaba.
Muchas gracias por vuestra confianza y cariño.
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