(Hnos. Puebla)
Fue en tierras castellanas donde se empezó a hacer este jabón, aprovechando la abundante despensa de aceite de oliva disponible en los territorios pertenecientes a la Corona de Castilla durante los siglos XVII y XVIII. Era un jabón de excelente calidad que permitía no tener que depender de la escasa y cara grasa o sebo animal con la que el resto de países europeos fabricaban sus jabones en la época. Así, las fábricas que realizaban este jabón compuesto por un 100% de aceite de oliva fueron instalándose a lo largo y ancho de todo el territorio peninsular, cobrando especial importancia las instaladas en Andalucía, donde recibían el nombre de “almonas”.
Fue en tierras castellanas donde se empezó a hacer este jabón, aprovechando la abundante despensa de aceite de oliva disponible en los territorios pertenecientes a la Corona de Castilla durante los siglos XVII y XVIII. Era un jabón de excelente calidad que permitía no tener que depender de la escasa y cara grasa o sebo animal con la que el resto de países europeos fabricaban sus jabones en la época. Así, las fábricas que realizaban este jabón compuesto por un 100% de aceite de oliva fueron instalándose a lo largo y ancho de todo el territorio peninsular, cobrando especial importancia las instaladas en Andalucía, donde recibían el nombre de “almonas”.
De esta tradición resulta un jabón duro, muy viscoso y que genera una espuma fina de diminutas burbujas. Las excelentes propiedades del “oro líquido” se transmiten a la piel, ideal para todos los tipos, especialmente las secas, maduras y/o sensibles, aunque al ser no graso y no comedogénico (no obstruye los poros) también puede usarse en pieles grasas.
Si queremos reforzar sus propiedades hipoalergénicas, no añadiremos aromas ni coloración extra a la fórmula, siendo entonces uno de los jabones naturales más adecuados para el tratamiento de la piel delicada, como la de los bebés.
Podemos encontrar variaciones de este jabón en las que, junto al aceite de oliva como componente principal (se acepta como Jabón de Castilla aquel que lleva al menos un 50% de aceite de oliva en su composición), se incluyen también otros aceites como el de coco y almendras, buscando una mayor producción de espuma y un aumento de las propiedades emolientes, respectivamente. El resultado en estos casos sigue siendo un jabón de gran calidad.
En nuestro caso quisimos hacer una receta fiel a la tradición, con el aceite de oliva virgen extra como único ingrediente en la fórmula. Éste es el resultado tras 6 semanas de secado, a partir de las cuales puede ya utilizarse el jabón. No obstante, este tipo de jabón gana calidad cuanto mayor es su tiempo de curado.
Espero que os guste.
Precioso jabón e inmejorable calidad. El jabón de Castilla es sin duda El Rey entre los jabones, junto con el de Alepo, los mejores del mundo.
ResponderEliminarEl de Alepo estoy deseando hacerlo, pero estoy esperando a recolectar las bayitas de laurel. Muchas gracias por tu comentario, un beso!!
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